miércoles, 31 de marzo de 2010

La Ovilladora.

Pasa su vida liando ovillos de lana.

No es una tarea desagradable, al contrario. El tacto de la lana, a pesar de serle muy conocido, le resulta agradable y familiar. Seguir con la mano el hilo le da la sensación de tener una dirección a la que dirigirse.

Quieta, concentrada en su labor crea la ilusión con su cuerpo de ser llevada por la lana a alguna parte. Hace tiempo que deja su mente a la deriva mientras realiza su trabajo.

Cada jornada imagina que alguien, en el ultimo momento, la sacará de aquel tedio.

Y pasan los días, y aquel hilo sólo la lleva a su ovillo. Y acabar un ovillo sólo la lleva a comenzar el siguiente.

Se pregunta si es esta su vida. Hacer un ovillo. Y luego otro, cada uno de un color, cada cual con su tacto. Todos ovillos al fin y al cabo.

Cada día esperando a ser salvada en el último momento sin querer saber la verdad última de todo este asunto:

“Que en la vida no hay más que un último momento.”



BY PACHULI CARACOL.

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